Una buena idea puede ser una ensalada de remolacha, que se puede hacer tras lavar tres zanahorias que se rallan, cortar dos tomates y una cebolla en rodajas mezclando bien con la zanahoria.
Al haber hecho esto, se quita la piel a tres remolachas y se rallan para añadir a lo anterior. Después, sólo queda aderezar la ensalada al gusto, con limón, sal e incluso mayonesa. Se preparan mientras 4 huevos al punto de ebullición y se ponen en trozos pequeños.
La ensalada romana tiene lechuga romana, e incluso se le puede poner algo de manzana.
También se puede hacer una sencilla ensalada con una taza de hojas de rúcula, a las que se puede añadir unas rodajas de pera o lo que se considere mejor.
Para los que necesiten más, se puede hacer una ensalada césar con: una lechuga, anchoas, queso tierno o azul, pan cortado (se hornea o fríe), mostaza, diente de ajo, salsa inglesa, aceite de oliva, zumo de limón, sal y un huevo (se hierve 4 minutos y quita cáscara).
Otra ensalada también es fácil de hacer hirviendo patatas y escaldando judías verdes en la misma cazuela. Se prepara una pechuga de pollo a la plancha y se cuece un huevo, cortando todo. Después se aliña con una cucharadita de aceite de oliva, sal, pimienta, algo de mostaza, una cucharada de vinagre y otra de yogur. Se pueden añadir brotes de soja, semillas de girasol y algo más. Una ensalada muy buena para el rendimiento deportivo y fortalecimiento de los músculos.
No nos engañemos con las ensaladas, son platos sanos y nutritivos, son refrescantes y buenos para el deporte, pero no por ello dejan de poder ser un plato elaborado y muy rico, ni tampoco ello quiere decir que todas las ensaladas tengan pocas calorías.
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